domingo, 24 de agosto de 2008

¡Feliz cumpleaños mamá!




No hace falta ver grandes milagros para comprobar que la mano de Dios está contigo, justo cuando más lo necesitas, ya que hace muchos años que conozco del amor de Dios.
La pérdida de mi hija me dejó tan desolada, que en lo único que podía pensar era en la muerte, (esto solo lo podrán entender las madres que hayan vivido una situación como la mía, sean o no creyentes).
Las personas que tenemos fe en Jesucristo, solemos leer mucho la Biblia, puesto que sabemos que es la palabra que el mismo Dios escribió para los hombres a través de su Santo Espíritu. En la Biblia puedes encontrar todo lo necesario para vivir el día a día sin desmayar; es el único libro donde puedes encontrar respuesta a todas tus preguntas.
A pesar de mi angustia, su palabra seguía siendo para mi mi guía y mi fortaleza. Por ello la necesitaba para poder continuar hacia delante; nunca dejé de leerla, ya que siempre hallaba consuelo en ella y ese día no podía ser diferente.
Para mi vergüenza, he de decir que aquel día no la leí con el respeto y la reverencia que ella se merece, pero a pesar de esto, la misericordia de Dios tampoco me falló en ese momento.
Empecé a leer la palabra de Dios por el libro de Job “un hombre que según nos cuenta la Biblia fue probado por Dios y estuvo grandemente atribulado puesto que perdió todas sus riquezas, se le murieron sus diez hijos y le sobrevino una terrible enfermedad como es la lepra. Según dice la Biblia su escozor era tal que tenía que rascarse la piel con tejas.”
Ante tanta adversidad Job llegó a maldecir el día en que nació (cap. 3) y empezó a desnudar su alma diciendo cosas tan espantosas como:
<<Parezca el día en que yo nací, y la noche en que se dijo: Varón es concebido…. ¿Por qué no morí yo en la matriz o expiré al salir del vientre?......¿Por qué se da luz al trabajado, y vida a los de ánimo amargado, que esperan la muerte y ella no llega, aunque la buscan más que tesoros: que se alegran sobremanera y se gozan cuando hallan el sepulcro?....Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía.>>
Al leer estas palabras me sentí tan vinculada a ellas, tan identificada, que me pareció como si yo misma las hubiera escrito. Había encontrado a alguien que sentía lo mismo que yo, aunque no eran para nada unos sentimientos que podía aprobar Dios de unas personas que conocían de su soberanía y misericordia. Las sentía tan dentro de mí, que cogí un lápiz y las empecé a subrayar, a remarcar cada una de ellas con frenesí mientras mis lágrimas se derramaban por mis mejillas y nublaban todavía más la poca visión que en esos momentos tenía.
Fue entonces cuando ya me disponía a dejar de leer, que mi mirada se fue directa a una tarjetita que estaba justo ahí, en medio de esas dos páginas, sobre la cual hasta entonces no había reparado, pero quiso Dios que en ese preciso momento lo hiciera, y antes de cerrar la Biblia la cogí y me puse a leerla. En la parte de delante había un dibujito de un animalito muy gracioso con unas palabras que decían:

¡SIEMPRE PUEDO CONTAR CONTIGO!

Y en la parte posterior estaba escrito:

MAMA TE QUIERO MUCHO FELIS CUMPLEAÑOS, BESITOS

Mi hijo pequeño me había escrito esta tarjeta en uno de mis cumpleaños y Dios la utilizó en ese preciso momento para recordarme que tenía un hijo por el cual tenía que luchar y seguir hacia adelante.
Después de una experiencia como está, me quedé tan paralizada que no supe como reaccionar. Acababa de maldecir el día en que había nacido, y mi hijo me estaba felicitando por él.
De esta manera tan impactante fue como Dios me habló y consoló todo aquel dolor que había dentro de mi.
Dios siempre está a tu lado dispuesto a darte lo que necesitas, lo único que tienes que hacer tú, es saber darte cuenta de ello.

Esther Cots